El alcalde de Cuenca, Juan Ávila, y la concejala de Salud y Consumo, Mónica Serrano, se ha reunido hoy con los trabajadores del Laboratorio de Salud Pública de la provincia de Cuenca, dependiente de la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha.

Ávila ha querido conocer de primera mano la problemática de estas personas, tras la decisión del Gobierno regional de centralizar los laboratorios provinciales en un único laboratorio regional donde se analizarían las muestras procedentes de las cinco provincias castellano-manchegas.

El previsible cierre del Laboratorio de Salud Pública de la provincia de Cuenca afectará a alrededor de una decena de trabajadores y supondrá una merma en el control sanitario de la provincia.

Precisamente, Ávila ha valorado las actividades que desarrolla este Laboratorio, que son, entre otras, el control de la calidad de las aguas de consumo humano y zonas de baño, control de plagicidas, de alcoholemias, etc. En este sentido, ha resaltado la seguridad que supone disponer de un Laboratorio provincial para la industria agroalimentaria de Cuenca, que es un referente a nivel nacional.

El alcalde se ha comprometido con el colectivo a solicitar más información sobre este asunto al consejero de Sanidad y Asuntos Sociales, José Ignacio Echaniz, en la reunión que mantendrá con él esta misma tarde en Toledo.