Los huertos han sido siempre, desde la fundación de la ciudad, parte de su paisaje y su entorno. Han servido de sustento,lugar de ocio y cultura. Son espacios de encuentro para familias y amigos.

Los huertos han marcado la toponimia de los lugares y todavía prevalecen en el paisaje urbano y en el entorno cercano de la ciudad, las huertas de los ríos Júcar y Huécar, del Puente de Palo, del Seminario, hocinos. Simplemente, asomándose desde la ciudad a los ríos son visibles los huertos y sus bancales, que siempre nos han ayudado a sanear nuestros espacios urbanos y a crear vínculos entre la vecindad.

El presente reglamento pretende la integración de los huertos, junto con jardines y arboledas, en el corazón de nuestra ciudad,porque de ellos hemos alimentado nuestro cuerpo y espíritu. Es justo rendirles homenaje además de servir de entretenimiento, ocio, formación, cultura y motivo de convivencia para los conquenses. Suponen un nuevo paisaje urbano que quiere ser útil, reparador e integrador; una fuente de alimentos, un motor educativo y además un modesto factor económico.